Siempre que hablamos del deporte, victorias, carreras, como perdió un equipo como la selección Colombia contra Argentina en el 2024, nos duele ver cómo perdió nuestro jugador favorito, pero se nos pasa con el tiempo, solo nos acordamos de esa mala jugada ese error, pero lo pasamos, cuando vuelve vamos con fe de que nuestro jugador o deportista favorito esta vez ganara y va con toda ya que No sabemos qué pasará, nosotros tenemos una perspectiva de nuestro jugador favorito en cualquier deporte, pero ¿Cómo está él después de una derrota? Pues hoy te vengo a comentar desde mi experiencia y mi derrota.
La frustración en una cancha, en una pista, un escenario o tan solo en un segundo antes de que todo comience la presión, la ansiedad y estrés que se presenta en ese momento es incomparable puedes haberte presentado en escenarios o competencias mil veces, pero siempre se presentan estas emociones y no solo en mí porque grandes jugadores y deportistas de todos los tipos dicen lo mismo así sea en una mínima palabra o acción, ya que yo como alguna vez en mi vida que fui deportista conozco esa acción o esa mirada de nervios después de una victoria o esa mirada de decepción después de una derrota, muchas veces desde tercera persona no comprendemos muchas cosas hasta que los vivos y ni así podemos llegar a comprender del todo cómo afecta a la persona que lo vive, ya que como deportistas siempre buscamos esa forma de mejorar, realizar un movimiento para mejorar un pase, una zancada, una patada, una brazada o un movimiento suave bailando. Eso es lo que nos define como deportistas el mejorar y muchas veces autodestruirse por esa mejora, por esa frustración y mejorar para cumplir no solo con expectativas de los demás sino propias.
Pero ¿Qué pasa si ese deportista mejora tanto justo al inicio de su prime?
Volvamos a 2019. Una niña, entrando a la adolescencia, se ha esforzado bastante para entrar al semillero de patinaje profesional. Ha participado en más de 12 competencias, pero aun así tiene bastantes dificultades para empezar a ser reconocida.
Sus entrenadores decían que su problema era la resistencia y que sus pulmones le dolían por no respirar correctamente. Por eso, no lograba llegar «al ojo del huracán», es decir, no lograba ser vista ni destacada por la Liga de Bogotá en Patinaje de Velocidad.
Aquí comienza su proceso de autodestrucción: obsesionada con mejorar, con tener la mejor técnica posible y con encontrar la fortaleza necesaria para alcanzar la velocidad ideal para las competencias. Poco a poco, empieza a mejorar, escalando posiciones hasta llegar a ser una de las mejores de su equipo.
Ya en 2020, entrena más intensamente, con jornadas extra y mucha dedicación. Finalmente, llega el momento esperado: una competencia importante, a la que asistirán entrenadores de la Liga de Bogotá en busca de nuevos talentos, verdaderos diamantes en bruto.
Es el momento por el cual ella se ha estado sobre exigiendo y practicando sin descanso. Llega el día de la competencia, y con él, una avalancha de emociones. Ojalá fueran sentimientos de orgullo, esperanza o emoción. Pero no… lo que la invade es una mezcla de nervios y ansiedad.
Llega el momento de la competencia ya está en la línea de meta para iniciar esta competencia en la cual nos explican que son 5000 m → 12½ vueltas, 12 vueltas en las que puede haber caídas, golpes, accidentes; lo común que pasa en cualquier competencia suena el silbato y empieza la carrera en la que efectivamente hay golpes, caídas y una que otra lección quedan 6 de 12 adolescentes en la pista y faltan 2 vueltas en la que algunos ya van quemados, sin pierna (El término que dar sin piernas o quemarnos es cuando en el deporte agotamos la resistencia y fuerza de nuestro musculo usando nuestras ultimas fuerzas y bajando un poco el ritmo ), pero no la niña, ya que ella hizo su último pique en las últimas 2 vueltas que quedaban así llegando a los primeros 3 puestos pasándolos gradualmente y agarrando ventaja la emoción empieza a surgir de ella empieza a usar todas sus fuerzas faltan 4 metros para la línea de meta y tiene una curva de ventaja… Pero entre esos pocos metros sus piernas dejan de servir y cae al suelo golpeándose la cabeza suena un pitido del golpe intenta pararse, pero sus piernas no responden en segundos ve como los chicos que había rebasado la pasan llegando a la meta ganando.
Así es como puede pasar una mínima cosa que puede cambiar todo, pero en este caso en el deporte donde una niña que ya está entrando a la adolescencia fracasa en su deporte y no por una mala zancada o un tropiezo con su propio patín, si no por una falla en su cuerpo la cual hizo que sus articulaciones dejarán de funcionar sin poderlas mover un poco, después de esa competencia su mente quedo en negro ni siquiera en blanco quedo en negro y no por el golpe si no por el shock de lo que paso, lo cerca que estuvo de su meta, de su logro por lo cual se había esforzado tanto dejando de ir a salidas con sus amigos, dejando de hacer lo que le gustaba y sacrificando muchos momentos por un crecimiento propio que estaba realizando ella por una meta que ella quería alcanzar, pero todo ese sacrificio y tiempo termino siendo un fruto podrido sin recompensa alguna. Poco después a la niña se le encontraron múltiples enfermedades que ya tenía desde hace años, pero después de ese sobre esfuerzo y en la competencia se activaron de una forma muy brusca. Pero ese no era el gran problema de este momento si no la mente en negro de la deportista su desilusión y molestia con su propio cuerpo por lo que había pasado no era el dolor de su cuerpo sino el de su mente y desilusión.
Esto es algo que viven muchos deportistas, ya que empezó con un bloqueo mental, frustración deportiva y ansiedad de rendimiento estos sentimientos encontrados son los que viven muchos deportistas después de una derrota empezando a vivir un proceso en el cual empiezan a surgir estos malos sentimientos y pensamientos a veces empiezan a desarrollar hasta síndrome del impostor afectándolos gravemente, la mayoría de las veces quedan una que otra secuela de esto en los deportistas y no solo mentalmente sino físicamente, pero con el tiempo vuelven al deporte, pero no en este caso, en este caso esa chica por su salud le tocó retirarse por completo de su deporte sin volver a tocar una pista de patinaje.
Como en este caso hay muchos más… casos similares o diferentes con los cuales varios deportistas se pueden identificar porque saben cómo es este mundo cómo te esfuerzas y cambias muchas cosas por lograr el objetivo, pero cuando somos fanáticos no podemos saber o distinguir esto hasta que escuchamos una noticia donde pasó algo con ese deportista, porque desde una perspectiva externa no podemos ver la presión y esfuerzo que conlleva ser deportista además de que a veces nos fijamos más en las victorias como en la derrota y aunque la victoria puede ser muy bella y linda, la derrota muchas veces trae más historia con una victoria más grande.






