Lewis Hamilton es uno de los pilotos más prestigiosos de la historia de la Fórmula uno, con múltiples récords en su nombre como, el piloto con más victorias en la categoría, con más pole position, entre muchos otros. En su vitrina guarda siete mundiales de pilotos, los mismos que el histórico Michael Schumacher, es decir, si vuelve a ganar otro mundial de pilotos, se consolidaba como el piloto más galardonado de la historia.
El gran problema que ha tenido Hamilton desde 2021, (cuando quedó en la segunda posición del mundial) es su bajo nivel, lejos de tener una chance en los últimos Gran Premios del año, debido a diferentes factores, como las estrategias, el monoplaza o él mismo. Pero, una declaración el 2 de agosto del presente año al finalizar la clasificación del Gran Premio de Hungría, encendió las alarmas de sus aficionados y del mundo del automovilismo, “Soy yo siempre. Soy inútil, absolutamente inútil (…) probablemente solo necesite cambiar de piloto” (Hamilton, 2025), sin dudas esto demuestra el desespero tras un mal resultado en la clasificación, pero también, de la poca confianza que se tiene. Preocupa su situación, puesto que, el tiempo se le acaba, con 40 años, está viendo como el tiempo pasa y no se encuentra en su mejor forma. Veamos que desencadenó esta desconfianza luego de ganar cuatro veces seguidas el mundial.
Todo comenzó en 2007 donde debutó en la F1 con uno de los equipos más prestigiosos del deporte, McLaren. Su compañero, Fernando Alonso, con dos títulos conquistados con Renault en los dos años anteriores. A pesar de ser el novato y tener al actual campeón como compañero, mostró su carácter, disputando cada curva con una agresividad alta que lo llevó a estar disputando el título en la última carrera, que no ganó, pero obtuvo el respeto y la confianza de su equipo. Al año siguiente consiguió su primer mundial de pilotos, en su segunda temporada. Demostró que no era uno más del montón, era una promesa que estaba dispuesto a romper todo tipo de récords en la máxima categoría del automovilismo. Sin embargo, McLaren le falló durante cuatro años, en los cuales, Hamilton se preocupaba más por la fiabilidad del auto, que con sus rivales, podía ganar carreras, pero el monoplaza no daba para ganar el mundial. Por esta razón, Nicki Lauda, leyenda de la F1, le propuso abandonar McLaren y apostar todo por Mercedes, Lewis aceptó, aunque llovieron críticas en contra de él, debido a que, Mercedes en ese momento no era una escudería exitosa, era un proyecto, del cual Lewis fue parte.
En 2013 Hamilton llegó a Mercedes, el primer año fue de adaptación, pero en 2014 y 2015, fue el resultado del ambicioso proyecto de la escudería y del talento de Hamilton. En el año 2016 hubo una pelea sin igual. Nico Rosberg se unía a Mercedes, un amigo de la infancia, pero dentro de pista todo iba a otro precio. Nico, sabía que no era más rápido que Hamilton, pero podía ser más constante y preciso. En cada Gran Premio, era una gran batalla por el título. La táctica y presión fue el pan de cada fin de semana de estos dos pilotos, pero al final salió victorioso Nico Rosberg, a pesar de no ganar la última carrera, se hizo con el título con tan solo cinco puntos de diferencia. Después de ese título Nico se retiró, ya que, dijo que no tenía nada más que demostrar, en cambio su compañero siguió, con una lección aprendida, en la Fórmula 1 no se puede confiar ni en tu propio compañero. Volvió más fuerte y con esto, más campeón. Ganó los mundiales del año 2017, 2018, 2019 y 2020, cuatro títulos que lo tenían a solo uno del récord.
Corría el año 2021 y aquí el punto de quiebre, se pensaba que no habría muchos cambios en los autos, puesto que, el año siguiente habría un cambio de regulación, es decir, las características mínimas y máximas que podían tener los monoplazas, en este caso, en la aerodinámica, por lo que, las escuderías iban a ahorrar dinero para invertirlo el otro año, pero estaban en lo equivocado. El auto de Red Bull (RB16B), fue más rápido de lo previsto, además con Max Verstappen como su piloto principal, con talento y ambición para hacerle frente a Hamilton, y Sergio Pérez, rápido, estratégico y dispuesto a ayudar si era necesario, en cambio Hamilton tenía a Bottas, un piloto que estaba harto del manejo interno de Mercedes que favorecía a Lewis y por consiguiente no estaba tan dispuesto a hacer labor de equipo.
Red Bull comenzó fuerte el mundial, hasta que, a partir del Gran Premio de Brasil, Mercedes equipo un paquete de mejoras que volvió al auto más competitivo. En el Gran Premio de Abu Dabi, Hamilton tenía el campeonato en el bolsillo, dominaba, aunque con un Max Verstappen que le seguía el paso. Hasta que, en la última curva de la última vuelta Verstappen lo sobrepasó y lo perdió todo. Max ganó y se quedó con el título, aunque por muy poco. Mostró clase, felicitó al rival, pero algo se rompió en él y fue el principio de su debacle. En 2022 con las nuevas regulaciones aerodinámicas, Mercedes aportó por un estilo futurista, pero aerodinámicamente pésimo. En carrera, el monoplaza no hacía más que rebotar, eran molestos y peligrosos, cada vez que los dos pilotos de la escudería se bajaban del auto, sentían que la espalda estaba hecha trizas. La temporada estaba perdida y Hamilton pasaba la página para esperar un año mejor, pero no fue así. Mercedes insistía en el mismo modelo aerodinámico, lo modificaron, aún así, el auto no era competitivo, mientras el que fue algún día su más cercano rival, Max Verstappen, ganaba el mundial de pilotos, sin ningún rival real. Ferrari aprovechando las críticas que llovían sobre Hamilton, tildándolo, como “influencer con casco”, “Fashionista distraído”, le extendió la mano para “sacarlo” del bajo rendimiento que tenía, por eso en la pretemporada del año 2024 anunció su fichaje por Ferrari para el año 2025.
En el 2024, sabía que no iba a llegar su octavo título, pero aún así corrió rompiendo récords, cómo superar los 200 podios en su carrera, aumentó su récord de más vueltas estando en primer lugar en la Fórmula 1 y como el piloto como más pole positions en la historia. Nadie ha subido más el podio que él, nadie ha ganado más, pero necesitaba el octavo título para consolidar esos números. Con esa convicción llegó a Ferrari, pero el auto ni él mismo se han podido encontrar este año, no solo por la adaptación a un auto diferente, hay que recordar que cada escudería tiene sistemas diferentes de manejo, puesto que, las regulaciones son solo un plano en donde se dice que es lo máximo, mínimo y en ocasiones lo que obligatoriamente tiene que tener un auto, es decir, cada escudería tiene que crear su propio auto con base a las regulaciones, por esto puede llegar a ser difícil la adaptación del piloto después de haber estado tanto tiempo en otra escudería. Aun así, Hamilton marcha sexto en el mundial de pilotos, sin ninguna posibilidad de ganarlo. Este ha sido un año de adaptación, de tristeza por sus declaraciones, pero lo que queda en duda es, si Ferrari le puede brindar un buen auto a Hamilton y si él puede dar la talla para la escudería. El tiempo pasa y cobra factura, esperemos qué pasa el otro año, si es el final de Hamilton o solo es el principio del renacer de uno de los pilotos más importantes de la Fórmula 1.






