Seguramente habrás oído hablar de la Guerra de Corea y de cómo marcó el siglo XX. En este artículo te cuento el panorama que vivió aquel país en plena Guerra Fría y recién pasada la segunda guerra mundial, así como las consecuencias que ha dejado hasta hoy.
Entre 1950 y 1953, la península de Corea fue el escenario de un enfrentamiento armado, lleno de tensiones, combates y de intervención extranjera en ambos lados. La Guerra de Corea comenzó tras el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Norte y el Sur, separados, entraron en un desafío por demostrar qué modelo político era el más conveniente para las Coreas. El comunismo o el capitalismo. El historiador Bruce Cumings comenta “la Guerra de Corea fue el resultado de una falta de comprensión, de desconfianza y de ideología en un territorio que intentaba dejar atrás el trauma de un pasado colonial” (Cumings, 2010).
El bloque comunista, liderado por la Unión Soviética y China, apoyaba a Corea del Norte, mientras que los Estados Unidos y las Naciones Unidas se unieron en defensa de Corea del Sur. La lucha fue tanto ideológica como militar, llevando a millones de enfrentamientos armados, familias separadas y un impacto que hasta el día de hoy mantiene a las Coreas separadas.
A continuación, te presento una cronología de algunos de los hechos más relevantes de la Guerra de Corea:
Comienzo de la Guerra de Corea (1950):
El 25 de junio, tropas norcoreanas atraviesan el paralelo 38 e invaden Corea del Sur, iniciando el enfrentamiento armado.
Intervención de las Naciones Unidas (1950):
El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el envío de tropas para apoyar a Corea del Sur y contener el comunismo en el Este de Asia.
Intervención de China (1950–1951):
En noviembre de 1950, tropas chinas atraviesan el río Yalu para apoyar a Corea del Norte, modificando así el curso de la guerra.
Negociaciones y armisticio (1953):
Tras años de combates sin un triunfo de ningún lado, el 27 de julio de 1953 se firma un armisticio que pone fin a las hostilidades, pero sin un tratado de paz, dando así la división de la península de Corea.
Durante la Guerra de Corea, el mundo vivió bajo el permanente riesgo de que el enfrentamiento se convirtiera en un conflicto más amplio o más global. La división de la península sigue hasta el día de hoy, demostrando que el pasado deja heridas que el paso de los años rara vez logra cerrar por completo.






