Adolf Hitler fue uno de los personajes más  destructivos del siglo XX. Su ascenso al poder, sus ideas nacionalistas extremas, su liderazgo autoritario y su papel en la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto lo han convertido en una figura ampliamente estudiada entre los historiadores(Ian Kershaw, 1999). En este artículo se explora su vida, su gobierno y los debates en torno a su muerte.

Hitler nació el 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, Austria-Hungría. De joven, aspiró a ser artista, más específicamente a ser pintor, pero fue rechazado dos veces por la Academia de Bellas Artes de Viena. Vivió un tiempo en la pobreza, hasta que se unió al ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, donde sirvió como mensajero. Tras la derrota de Alemania, Hitler comenzó a adoptar posturas nacionalistas radicales que luego lo llevarían a los próximos sucesos importantes.

En 1919, se unió al Partido Obrero Alemán, que más tarde pasaría a llamarse Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores. Rápidamente se convirtió en su principal en el orador gracias a su carisma y habilidades oratorias. En 1923, intentó derrocar al gobierno con el golpe conocido como el Putsch de Múnich, que fracasó, por el cual fue enviado a prisión. Durante su estancia en prisión, escribió Mein Kampf (1925) obra en la que expuso su ideología basada en el antisemitismo, el racismo y el expansionismo.

Tras su liberación, Hitler reconstruyó el partido. Aprovechó la crisis económica y el desempleo causados por la Gran Depresión para prometer orden, trabajo y restauración del orgullo nacional. En enero de 1933, fue nombrado canciller de Alemania. Al paso de un tiempo, llega la muerte del presidente Paul von Hindenburg en 1934 causando que Hitler se autoproclamara Führer, fusionando los cargos de jefe de Estado y jefe de gobierno.

Como regente, Hitler estableció una dictadura totalitaria. Prohibió todos los partidos políticos excepto el Nazi, eliminó a sus opositores mediante una caza de brujas, y utilizó la propaganda como herramienta de control social. Implementó políticas raciales y antisemitas  que llevaron al Holocausto, que resultó en el asesinato de seis millones de judíos y millones de otras personas consideradas «indeseables» por el régimen.

A nivel internacional, Hitler promovió una política expansionista. Invadió y unificó Austria en 1938, ocupó Checoslovaquia y, finalmente, invadió Polonia en septiembre de 1939, lo que desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Durante los primeros años, Alemania obtuvo importantes victorias, pero a partir de 1942, con la entrada de Estados Unidos en la guerra y la derrota en Stalingrado, la balanza comenzó a inclinarse en su contra hasta que esta llegó a su fin con la invasión a Berlín.

El Final de Hitler y Teorías Posteriores

A medida que las tropas aliadas avanzaban hacia Berlín en 1945, el Tercer Reich colapsaba. Hitler se refugió en un búnker bajo la Cancillería de Berlín. El 30 de abril de 1945, se suicidó junto a su esposa Eva Braun, según testigos y registros oficiales. Su cuerpo fue presuntamente incinerado por sus ayudantes, como él había ordenado. Días después, Alemania se rindió, poniendo fin a la guerra en Europa (Hugh Trevor-Roper,1947).

Sin embargo, el final de Hitler ha sido objeto de ideas y teorías durante décadas. A pesar de las investigaciones forenses y los testimonios de quienes lo acompañaban, han aparecido teorías de conspiración que aseguran que escapó a Sudamérica y vivió oculto. Estas ideas, sin pruebas verídicas,. La mayoría de los historiadores coinciden en que Hitler murió en Berlín en 1945, aunque el misterio ha persistido y persistirá en la cultura popular.

Adolf Hitler marcó un capítulo oscuro en la historia de la humanidad. Su ascenso al poder y su régimen autoritario desencadenaron una guerra mundial y atrocidades sin precedentes. Su figura sigue siendo estudiada no sólo para comprender cómo pudo llegar al poder, sino también como advertencia de los peligros del extremismo, el odio y el autoritarismo. Aunque su muerte está oficialmente documentada, las teorías conspirativas que lo rodean demuestran cómo su figura aún genera fascinación, rechazo y debate.